Escuela de Padres

Archive for julio 13th, 2011

A veces se puede prevenir el mal comportamiento. Otras veces, sin embargo, tendréis que intervenir después de que vuestros hijos se hayan portado mal. Cuando un niño se porta mal, normalmente, tendréis que responder a ese mal comportamiento. Por fortuna, hay veces en que no tendréis que hacer demasiado al respecto. Al referirnos a esas ocasiones hablamos de disciplina flexible.

Otras veces tendréis que reaccionar con más firmeza, utilizando formas de disciplina más elaborada, hablamos entonces de disciplina fuerte.

Disciplina suave

Cuando un niño se porta mal, a veces se puede hacer algo de forma fácil para atajar el problema. A este tipo de respuestas les llamaremos disciplina suave o flexible. Algunas cosas de las que se pueden hacer son:

Recordar la norma

A veces, el mero hecho de recordar una norma o límite al niño o joven bastará para evitar un mal comportamiento: “recuerda, a jugar al balón afuera, dentro de casa no”, o “recuerda que tienes que volver a las doce”

Advertir de las consecuencias

Advertir a un niño qué pasará si hace lo mismo de nuevo puede ser efectivo, a veces: “la próxima vez que me contestes cuando hables por teléfono con tus amigos, te quedarás sin poder usar el teléfono un tiempo”, o “La próxima vez que llegues más tarde de las doce te quedarás sin salir un tiempo”. Las advertencias funcionan sólo si se dan una o dos veces. Si advierte una vez tras otra sobre lo mismo y usted no actúa, su hijo sabrá que no lo dice en serio. Si su hijo se sigue portando mal después de la advertencia, tendrá que tomar medidas más serias y decididas.

Ignorar el comportamiento

En algunas ocasiones ignorar cuando el niño o el joven hace algo mal es una media prudente. “No oír” una palabrota, un comentario negativo o de rechazo a alguna norma que se les escapa, puede ser la mejor solución, a veces. Pero no la utilicen como “norma”.

Elogiar por un comportamiento

Elogiar a su hijo cuando hace algo bien, aunque otras veces lo haga mal, puede estimularle a hacer lo correcto más a menudo: “has limpiado tu habitación muy bien, hoy, estoy orgulloso de ti”, “has cumplido tu compromiso de llegar a la hora fijada, estoy contento de ti”. Ponga el acento en lo positivo, no en lo negativo.

 

Disciplina más fuerte

A veces la disciplina suave no funciona y se    necesita algo más contundente, un enfoque más directo y persuasivo que enseñe a vuestros hijos a no infligir de nuevo las normas y límites establecidos. Lo que significa averiguar por qué se da el mal comportamiento y establecer cambios que eviten que se repita.

Dichos cambios incluyen averiguar los motivos de ese mal comportamiento y establecer consecuencias o castigos si el comportamiento lo requiere.


julio 2011
L M X J V S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031

Escribe tu dirección de correo electrónico para suscribirte a este blog, y recibir notificaciones de nuevos mensajes por correo.

Únete a otros 186 suscriptores

  • 1.187.930 visitas