Escuela de Padres

Tenemos que transmitir a los hijos la pasión por la lectura, el placer de leer y releer (estar a solas con sus pensamientos, sus fantasías). Abrir la mente, ampliar su vocabulario -algunos chicos se comunican con un reducido número de palabras y frases hechas-; desarrollar la comunicación verbal enriquece a la persona, su forma de pensar y de comunicarse con los otros y con ellos mismos.

Preocupa la incompetencia expresiva de los estudiantes (también de los universitarios), que les imposibilita comunicarse con un mínimo de sentido, coherencia y criterio. Esto se refleja en cierta dificultad para razonar en abstracto y en la falta de adecuación al interlocutor.

La expresión escrita a veces es la plasmación original de la oralidad que mantienen.

Las revistas que leen los adolescentes son un instrumento de socialización, tratan temas muy atractivos para ellos, ídolos, música, moda… Más específicamente, las especializadas en chicas les «aconsejan» sobre sexo, su lugar en la sociedad, cómo comportarse…. Algunas banalizan el consumo de alcohol y otras drogas, las formas de diversión y las relaciones sexuales.