Archive for septiembre 29th, 2012
La mayoría de niños hacen oídos sordos cuando reciben una orden de sus padres. Para hacernos oír, hay que tener en cuenta estos factores.
A veces, el problema es que está demasiado entretenido en lo que está haciendo. En estos casos, es conveniente darle la orden, “deja de jugar”, por ejemplo, y, a continuación, explicarle el por qué de la misma, “es hora de ir al baño”. Podemos dejar que continúe unos segundos más con la actividad.
También puede ocurrir que las instrucciones sean demasiado generales. Es mejor darle órdenes más concretas. En lugar de decirle “deja de jugar”, podemos decirle “deja de pintar y recoge los lápices”.
Otro error frecuente es abusar de las órdenes negativas, “no grites”, “no tires papeles al suelo”… Es mejor darles la vuelta y decirles, “habla más bajo”, “tira los papeles en la papelera”…
A veces, el problema es que les repetimos las órdenes demasiadas veces. El niño se acostumbra y desconecta. Hay que decir las cosas sólo una vez, mirándole a los ojos y con voz firme.