Archive for noviembre 16th, 2012
Hemos de hablar con los hijos de lo que son las relaciones sexuales en toda su dimensión humana, no sólo de la simple genitalidad y de la necesidad de usar el preservativo siempre, sino de cómo expresar sus sentimientos y sus sensaciones sin avergonzarse de lo que siente y le pasa, lo que significa el amor, la nobleza que conlleva, el respeto que exige, el compromiso que acompaña.
Hablar de las enfermedades de transmisión sexual, de los síntomas que pueden tener (sensación de escozor al orinar, irritación en la zona genital, pérdida esporádica de sangre), de que el compañero sexual también puede estar infectado, que no informarle supondría una traición y un riesgo de sobreinfección; además, ambos deberían someterse a un tratamiento para que pudiera ser curada la enfermedad. Este tratamiento es confidencial.
Hay que hablar profundamente, conociendo sus fantasías/miedos, sobre los medios preventivos de embarazo. Y explicar la gran diferencia entre métodos anticonceptivos y la denominada «píldora del día después». Hay que informar a las hijas de las revisiones ginecológicas, de los centros de planificación.
Desde luego preocupa la escasa información entre las adolescentes extranjeras, que son las que mantienen mayores relaciones de riesgo: el 39% no utiliza preservativo frente al 12,5% de las españolas que tampoco lo usan.
Una falta de educación sexual, conocimientos de planificación familiar equivocados y un escaso uso de métodos anticonceptivos son las causas que explican la alta tasa de abortos entre las adolescentes que viven en España, cada vez más jóvenes.
hacerles responsables -en la medida de lo posible- y capaces de anticipar las consecuencias de sus actos. La realidad es que a esas edades gran parte de las relaciones sexuales completas se efectúan sin planificación, de forma inesperada (en ocasiones por efecto de la desinhibición producida por el alcohol u otras drogas).
Otra causa de los embarazos no deseados se encuentra en que algunos jóvenes explican que no se ponen preservativos para que la novia no crea que tiene miedo a contagiarse o para demostrar que no es promiscuo. Algunas chicas prefieren no recurrir a los contraconceptivos, pues dicen que el chico pensaría que ya lo tenía previsto o que mantiene relaciones con varios. Estos distorsionados «razonamientos» son más comunes de lo que cualquier adulto pueda imaginar. Esta «fidelidad» mal interpretada debe abordarse como plausible antes de que acontezca.
Hablar de sexo es hablar de algo absolutamente natural, amplio, precioso; hay que erradicar de raíz cualquier sombra de sentimiento de culpa, de irracionalidad, de pecado. Obviamente, también en lo referido a la masturbación.
Aclarar falsos mitos sobre el sexo, como que no te quedas embarazada con la menstruación o con la «marcha atrás»; que cuando una chica dice «no» quiere decir «sí»; que con la masturbación salen espinillas.
Hemos de estar dispuestos a entender y apoyar cualquier orientación sexual en nuestros hijos -salvo lo que son patologías o conductas ilegales-, pero sin duda que puedan sentir y expresar su homo o heterosexualidad.