Archive for agosto 1st, 2013
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre una familia y un grupo de compañeros de apartamento?
Respuesta: El compromiso entre cada miembro y el tiempo que se invierte demostrando ese compromiso.
En la película Gregory’s Girl, en la que Gregory es un joven de diecisiete años que creció en una área residencial en Glasgow. Lo único que realmente le interesa son el fútbol y las chicas. Pero un día, de camino a la escuela, casi consigue que su padre le pase por encima con su automóvil. El encuentro casual se convierte en ocasión de obtener noticias de su familia. «Tu madre», le dice su padre, «¿Recuerdas a tu madre?, ella me preguntó cómo estabas… Le dije que nos topamos en el corredor el jueves pasado». Posteriormente, Gregory y su papá deciden reunirse para desayunar una mañana de la semana siguiente.
Pero Gregory y sus padres viven en la misma casa. En la película esta es una situación divertida, ya que después de todo, se trata de una comedia. En menor grado esto sucede cada día en millones de familias de la vida real… pero en estos casos es una tragedia.
Cuando usted invierte tiempo en sus hijos, les ayuda a tener buenos recuerdos familiares; recuerdos que juegan un papel muy importante en el desarrollo de su seguridad y es- tabilidad (o la falta de estos elementos) en los años futuros. Lo cierto es que recordar haber recibido amor, facilita el establecimiento de bases emocionales fuertes en las cuales pueden construir sus vidas. De manera que, no importa adonde vayan o lo que hagan, estos recuerdos perdurarán para proporcionarles un fuerte sentimiento de seguridad interna.
Un verano, Cornelia y yo planeamos para nuestros hijos un juego al que llamamos la «búsqueda del tesoro», mientras celebrábamos un día festivo. Compramos algunos «» muy baratos que sabíamos les gustarían. A ]oshua le compramos una pluma fuente para la escuela, a Daniel un llavero, a Emily un anillo de plata y a Abigail un collar. Escribimos una serie de pistas y las escondimos en la casa y en los terrenos donde nos encontrábamos. Resolver la primera pista los llevaba a la segunda y así sucesivamente. Cuando llegaron al final de la prueba, estaban muy contentos con los resultados de su difícil faena. (y Cornelia y yo obtuvimos el tiempo que tardaron ellos en la búsqueda; dos horas geniales para nosotros solos, ¡en paz!. Lo mejor de todo es que aunque el «tesoro» se pierda o se deteriore, el recuerdo de un día feliz en la infancia se mantendrá vivo. No me sorprendería si dentro de treinta años, una nueva generación de pequeños Chalkes sea enviada a una búsqueda similar, y que incluso, al regresar, cuenten la historia de aquel «Verano de 1996».
Cada año, después de que revelamos las fotos de nuestras vacaciones, todos nos sentamos en la mesa de la cocina y hacemos un collage. Preparamos el diseño en uno de esos marcos de prensa inmensos y cuando está terminado lo colgamos en algún lugar de la casa. Es divertido que todos participemos en la elaboración del collage. Pero lo mejor es que cada vez que alguno de nosotros se detenga a mirarlo de vez en cuando, una vez más recordará aquellos grandiosos momentos.
Pero no preste mucha atención a lo que los Chalkes hacemos o no hacemos. (Usted de todas maneras debe saber, que no todo lo que hacemos funciona tal como lo planeamos. Tenemos nuestra cuota considerable de desastres, al igual que todos los demás). En síntesis, lo que decida hacer con su familia es lo menos importante, lo que realmente vale es el hecho de que lo hagan todos juntos. Es decir, no interesa si deciden acampar en el patio, ir a nadar, jugar billar ruso, pasar un fin de semana fuera de casa, ir a comer fuera, manejar por la costa, jugar tenis, mirar el juego de fútbol por televisión, jugar un juego de mesa o hacer otra de las 1001 actividades. Lo que importa es que al sacar tiempo para hacer algo como familia, y al disfrutar cada uno la compañía del otro, usted está cimentando relaciones, construyendo buenos recuerdos y demostrándoles a sus hijos que su amor es más que simples palabras.
Steve Chalke