Escuela de Padres

Archive for septiembre 2013

Un buen desayuno es básico para comenzar el día con fuerza, sobre todo durante la etapa infantil. Con el desayuno los niños deben ingerir los aportes de nutrientesnecesarios para poder afrontar una larga jornada. En ocasiones las prisas del día a día no ayudan mantener una dieta sana y equilibrada, sin embargo, te damos una fácil solución para que tus hijos desayunen bien.

Alimentación infantil sana y variada

El factor más relevante en nutrición infantil es el crecimiento. Es por ello que necesitan un aporte adicional de energía y nutrientes esenciales. Durante la infancia se asientan los hábitos alimentarios que van a mantenerse en la edad adulta y pueden influir en el desarrollo de enfermedades como sobrepeso,obesidad, diabetes, etc.

El desayuno de los niños

Según estudios científicos, un desayuno diario se asocia con un mayor rendimiento físico e intelectual, contribuye a equilibrar la dieta, ayudando a alcanzar las ingestas recomendadas de nutrientes. Un equilibrio nutricional y aporte calórico del desayuno inadecuados tienen una estrecha relación con la prevalencia de la obesidad infantil. Los cereales de desayuno forman parte de la base de la pirámide de la alimentación saludable. Están enriquecidos en vitaminas y minerales y frente a otras opciones de desayuno tienen menos grasas. Por ello los expertos recomiendan incluir los cereales en el desayuno junto a un lácteo y una fruta.

Ideas para el desayuno de los niños

Las mañanas con los niños siempre son complicadas, pero tú como madre o padre necesitas que desayunen bien. Por ello, peses a las prisas para llegar a tiempo al colegio, es importante que impongas unos hábitos alimenticios en el desayuno de los niños y, que al menos, contenga los aportes de nutrientes necesarios:

– Lácteos: leche, yogur y/o queso
– Hidratos de carbono: cereales, galletas, pan.
– Grasas: aceite de oliva o margarina
– Vegetales: frutas o zumos
– Otros: mermelada, jamón york o pavo, miel…

Cuando el desayuno aporta por lo menos 3 alimentos de los citados arriba, con toda seguridad, contribuirá a que los niños tengan más energía y más fuerza para desarrollar las actividades escolares.

Los padres tenemos la tarea de ofrecer a nuestros hijos una alimentación sana y variada, además de ir elaborando menús apropiados para su edad. En esta labor, además tenemos que ayudar al niño a probar nuevos alimentos. Nathalie Politzer, del Instituto del Gusto de Francia, es ingeniera agrónoma y especialista en evaluación sensorial y ciencia de los alimentos. Esta investigadora nos ofrece unos consejos básicos para despertar y desarrollar este sentido en los niños.

Claves para que los niños prueben nuevos alimentos

Tener paciencia, compartir y aprender el vocabulario: estas son las tres claves para desarrollar la curiosidad del niño y ayudarle a ampliar su repertorio alimentario. Lo primero, paciencia, porque, hay que consumir varias veces un alimento, preparado del mismo modo, para empezar a apreciarlo. Luego hay que animar al niño a que describa cómo lo encuentra: crujiente, ácido, dulce, salado, que se derrite en la boca… Y para que pueda comunicarse bien, hay que ayudarle a enriquecer su vocabulario para describir los alimentos.

El peso de lo innato en el bagaje alimentario es muy pequeño. Nathalie Politzer explica que se reduce a tres características muy simples:

– atracción por lo dulce
– aversión a lo amargo
– necesidad de diversificación en la alimentación.

A lo largo de la vida, el gusto evoluciona. Se va modificando en función de loshábitos alimentarios y de los aprendizajes sociales y culturales. Por eso conviene animar al niño a probar de nuevo un alimento que antes no le gustó, pero sin forzarlo.

Se puede comer por el aspecto de los alimentos… ¡y a veces resulta engañoso! El color puede jugar malas pasadas durante una experiencia culinaria. Cuando degustamos algo, lo primero que entra en juego es la vista: la forma y el color influyen en nuestra valoración al crear en nosotros unas determinadas expectativas.

Nathalie Politzer. Experta en ciencia de los alimentos

Diseñada por especialistas en nutrición y aprobada por autoridades sanitarias internacionales, la “pirámide de la alimentación” revela la importancia de una nutrición variada. La dieta ideal de un niño debe incluir más alimentos de la base de la pirámide y menos de los escalones superiores. La pirámide nutricional puede sevirnos como guía para elaborar el menu infantil semanal de forma que incluya todos los nutrientes.

La pirámide de la alimentación

Como se ve en la ilustración, la dieta ideal de un niño (y de un adulto, en cuya pirámide solo cambia el tamaño de las raciones) debe incluir más alimentos de la base de la pirámide y menos de los escalones superiores, a medida que se asciende hacia el vértice. Una advertencia esencial: no hay alimentos buenos o malos. Los niños pueden tomar todo tipo de platos, siempre que se respeten las cantidades y proporciones que refleja la pirámide. Y un aviso de los expertos: para un desarrollo óptimo, la buena alimentación debe ir acompañada deejercicio físico. En esto, las estadísticas en nuestro país son concluyentes. Los niños no solo ingieren demasiadas calorías “vacías” (procedentes de grasas nocivas y de azúcares, y desprovistas de nutrientes útiles para la salud), sino que no queman debidamente las que toman. La solución: más vida y más juegos al aire libre.

Una ración para los niños

Pan, pasta, cereales: Una ración es una rebanada de pan, dos galletas, media taza de cereales, de pasta o de arroz cocidos. Frutas y verduras: Es una manzana, una pera, un tomate, media taza de cerezas o fresones, media taza de verdura cocida, una taza de lechuga… Lácteos: Una ración es un yogur o un vasito mediano de leche o 30 g de queso o 50 g de requesón. Carnes, pescados, huevos, legumbres, nueces: Es 100 g de pescado o carne, un huevo, medio tazón de legumbres cocidas, 30 g de nueces. Bollería, nata, pastelería, mantequilla: Deben tomarse muy de vez en cuando y con moderación.

Escalón 1 de la pirámide nutricional

Grasas, dulces: muy poco (muy pequeñas cantidades) Este escalón está cargado de calorías y tiene pocos nutrientes útiles para la salud. Hay que vigilar especialmente los productos de bollería industrial que estén elaborados con grasas saturadas. Lo mejor: leer siempre la lista de ingredientes, que debe especificar el tipo de grasa que lleva el producto. Algunas grasas vegetales, como el aceite de coco, son saturadas.

Escalón 2 de la pirámide alimenticia

Carnes, pescados, aves, huevos: suficiente (2-3 raciones al día) Aportan proteínas (los ladrillos de que están hechos los tejidos de nuestro organismo), además de vitaminas del grupo B, minerales como el hierro, el fósforo, el magnesio, el cinc…

Escalón 3 de la pirámide de los niños

3. Lácteos: suficiente (2-4 raciones al día) Aportan proteínas, vitaminas del grupo B, minerales como el [WK,Calcio,WK]calcio[/WK], el hierro, el fósforo, el magnesio y el cinc. Esenciales para el buen desarrollo óseo.

Escalón 4 de la pirámide alimenticia

Frutas, verduras: bastante (5-8 raciones al día) Ricas en fibra, vitaminas A, E y C, minerales como el potasio y fibra soluble e insoluble. Indispensables en la alimentación infantil.

Escalón 5 de la pirámide

Pasta, pan, cereales, patatas, arroz: mucho (mucho (6-9 raciones al día) Son hidratos de carbono complejos, ricos en vitaminas del grupo B y E, fibra, minerales y proteínas. Son azúcares de asimilación lenta, recomendables para el desayuno infantil.

Recomendaciones para la dieta de los niños

  • Inculcar buenos hábitos
  • • No imponer dietas restrictivas a los niños.
  • •Tener en casa un buen surtido de alimentos sanos (frutas, yogures, batidos de yogur, verduras, purés, ensaladas preparadas, cereales, muesli, pan integral…).
  • •Comer en familia siempre que sea posible.
  • • Animar a los niños a ir al mercado y a cocinar.
  • • Evitar comer viendo la televisión.
  • • Jamás castigar o premiar a un niño con la comida.

El calcio es un mineral que no debe faltar en la dieta porque es una inversión de futuro para el crecimiento de los niños. ¿Por qué es importante el calcio?¿Cuál es la cantidad diaria recomendada?¿En qué alimentos se encuentra? El calcio es una asignatura pendiente para los niños. Todas las respuestas para fortalecer los huesos de los niños.

Los secretos del calcio para el crecmiento de los niños

1. Muchos niños menores de 5 años apenas consumen la mitad del calcio recomendado por los expertos. 
2. El almacén de calcio del organismo son los huesos y el 90% de la masa ósea se crea antes de los 20 años. Un consumo bajo en la niñez y adolescencia da como resultado reservas insuficientes de este mineral. Una importante consecuencia en la edad adulta es la osteoporosis. 
3. Los lácteos son especialmente ricos en calcio. Ahora, la leche y quesos ricos en calcio ayudan aún más a llegar a las recomendaciones de las autoridades sanitarias para cada franja de edad. Para tomar el calcio sin la grasa de loslácteos (y rebajar de paso las calorías), tenemos también a nuestra disposición muchas líneas de lácteos descremados. 
4. Necesitamos vitamina D (que nuestro organismo produce cuando nos exponemos a la luz solar) para absorber el calcio. El ejercicio también es igualmente beneficioso. De hecho, varios estudios revelan que la mineralización del hueso (que indica la fortaleza ósea) alcanza el máximo valor en jóvenes con los niveles más altos de ejercicio físico. Por eso, anima a tus hijos a tomarse el bocadillo en la calle, en vez de delante de la televisión o de la consola.
5. Si tus hijos son adictos a los dulces, dales queso. Tomado después de los dulces, el queso ayuda a prevenir la caries porque neutraliza los ácidos que atacan el esmalte dental. 
6. Según los investigadores, lo mejor para asegurar un buen aporte de calcio es introducir un alimento rico en calcio en cada comida. Ese aporte sostenido en pequeñas dosis favorece la absorción de dicho mineral.
7. Otros alimentos ricos en calcio son las sardinas en aceite, el perejil, los berros, los higos secos, los mejillones, el pulpo, los garbanzos, la cebolla…

Beneficios “secretos” del calcio para las mamás

– Muchas mujeres que aumentan su consumo de calcio para combatir laosteoporosis descubren otro efecto inesperado: que les desaparecen los calambres en las piernas por la noche.
–  Otro beneficio: se ha comprobado que una dieta rica en calcio y unos minutos más de ejercicio al día ayudan a prevenir el síndrome premenstrual. 
–  Una virtud muy especial: a igualdad de calorías, una dieta rica en calcio ayuda al control de peso.

Recomendaciones diarias de calcio para niños y adolescentes

– Niños de entre 5 y 10 años: 800 mg. 
– Adolescentes. 
Chicos: 1.000 mg. 
Chicas: 1.300 mg. 
– Adultos: 1.000 mg/1.200 mg. 
– Mujeres lactantes y embarazadas: 1.200 mg/1.500 mg .

El contenido en calcio de los alimentos

– Medio litro de leche entera contiene unos 600 mg de calcio. 
– Medio litro de leche desnatada contiene unos 634 mg. 
– 100 g de queso Gruyère o Emmental contiene unos 800 mg. 
– Un yogur natural, desnatado, 186 mg. 
– Otros alimentos ricos en calcio son las sardinas en aceite, el perejil, los berros, los higos secos, los mejillones, el pulpo, los garbanzos, la cebolla…

Calcio en el desayuno de los niños

Un buen desayuno debe contener raciones de los grupos básicos de los alimentos:

– Hidratos de carbono: pan, cereales, tostadas, galletas (alternando variedades integrales con blancas). Estos hidratos de carbono de absorción lenta aportan energía y vitaminas. En sus variedades integrales, aportan fibra. Al ser difícil de digerir, la fibra ralentiza la absorción de azúcar (los hidratos de carbono se transforman en azúcar en el organismo), con lo que evita los picos y caídas bruscas de azúcar en sangre y asegura que los niveles de energía se sostengan a lo largo de la jornada. 
– Lácteos: leche o yogur por su contenido en proteínas, calcio y vitaminas A y B.
– Zumos: contienen agua, vitaminas y minerales. 
– Proteínas: queso, jamón… Esenciales para la formación y regeneración de tejidos. 

El chocolate es bueno para los adultos por sus propiedades antioxidantes, pero ahora los niños también están de suerte, porque se han demostrado sus aplicaciones inesperadamente útiles en pediatría, por ejemplo, para calmar la tos. Antes nos lo prohibían en todos los regímenes de prevención cardiovascular. Ahora, los científicos han descubierto tantas virtudes en el cacao que se recomienda incluirlo en la alimentación de los niños.

Ventajas del chocolate para niños

– Contiene altos niveles de antioxidantes que protegen frente a los radicales libres y el deterioro celular

– Protege frente a la enfermedad cardiovascular y la hipertensión

– Capacidad para mejorar estados de ánimo deprimidos

– Eficacia para calmar la tos, porque estimula la producción de endorfinas (sustancias inductoras de bienestar que produce el cerebro de forma natural)

– Corta diarreas, porque pueden prevenir la acumulación de fluidos en el intestino delgado, sintomática de las diarreas, y evitar así el peligro de deshidratación y de pérdida de sales

Desventajas del chocolate

– Antes de que nadie se lance sobre la caja de bombones al terminar de leer este artículo, debe recordar que el chocolate es un alimento hipercalórico, por lo que, para no aumentar de peso, tendrá que prescindir de algún otro alimento igualmente rico en calorías (por ejemplo, bollería, snacks o refrescos azucarados, que contienen calorías “vacías”, es decir, carentes de nutrientes).

Curiosidades sobre el chocolate

– Cuanto más negro es el chocolate, menos grasa, más cacao y menos calorías contiene.

– ¡Un auténtico bombón para adolescentes! Estudios recientes niegan que el chocolate produzca acné.

Marisol Guisasola

Un “bocata” puede ser una obra de arte y una comida sana, si se saben combinar de forma adecuada los ingredientes. Hidratos de carbono complejos, proteínas y fibra y vitaminas son los tres grupos de nutrientes que harán del bocadillo de toda la vida un plato completo. Te presentamos ideas para preparar bocadillos divertidos y diferentes. Tu hijo disfrutará de una merienda muy sana y aprenderá lo importante que es la buena alimentación.

Los bocadillos, merienda económica 

Aprovechar las sobras de comidas y “reconvertirlas” en un bocadillo apetitoso. Trozos de carne, pollo, pescado, tortilla, huevos duros, jamón o queso que quedan en la nevera pueden filetearse y mezclarse con lechuga picada, rodajas de tomate o pepinillos…

Todo ello aliñado con salsas de yogur o de tomate, mayonesas light, queso fundido, hilos de aceite de oliva, sal de ajo, algunas hierbas aromáticas… Para los que hacen ascos a las verduras,un bocadillo “equilibrado” puede ser una solución. Un niño que no come ensaladas puede aceptar mejor la lechuga picada y la rodaja de tomate del bocadillo.

Bocadillos variados para la dieta del niño

Los bocadillos pueden elaborarse con todo tipo de pan integral: baguette, chapata, pan de sándwich, con cereales y/o frutos secos. Y añadirle ingredientes sin límite.

Algunas ideas para elaborar bocatas sencillos: quesos untables o tiernos, salmón, trucha o bacalao ahumados; jamón ibérico, serrano o de york; chorizo cocido; filetes de pollo, pavo, cerdo, ternera… cortados muy, muy finos o en tiras; pescados rebozados (sin piel ni espinas) o a la plancha, tortillas francesas (con hierbas, atún, queso…); setas o champiñones a la plancha; lechuga, espinacas, tomate fresco o a la plancha; berenjenas, espárragos o calabacín a la plancha; anchoas, sardinas de lata; ensalada de col; ensalada de mariscos; verduras cocidas; mayonesa o salsa tártara, salsa de yogur, de tomate picante o dulce; ketchup, aceite de oliva, pimienta, orégano, albahaca….

Ideas de bocadillos con imaginación

  • •Armenio: Se abre y cubre la mitad inferior de un trozo de pan integral con salsa de yogur (yogur batido con un poco de aceite, sal y pepinillos picados) y se rellena con láminas muy finas de pollo a la plancha y una rodaja de tomate a la plancha, salteados con un poco de aceite y ajo.
  • •Insólito: Se abre un trozo de chapata integral y se cubre la mitad inferior (quitando un poco de miga) con 2 cucharaditas de salsa de tomate, una tortilla francesa y 3 champiñones en láminas a la plancha. Se sazona con sal de ajo. Se sirve caliente.
  • •Panchito: Se abre y unta un trozo de pan de chapata integral con salsa de tomate picante. Sobre el trozo de pan inferior se ponen tiras de ternera muy, muy finas, salteadas a la plancha con sal y ajo; rodajas de cebolla a la plancha y una sabanita de queso. Se pone al grill hasta que funda el queso, se cubre con el otro trozo de pan y se sirve caliente.
  •  Donostiarra: Se abre un trozo de pan de baguette integral y se cubre el trozo inferior con 2 rodajas de tomate a la plancha, tiras de pimiento verde frito, tiras de pimientos del piquillo a la plancha y boquerones o sardinillas abiertos (sin espinas), rebozados en harina y huevo. Todos los ingredientes deben estar calientes.
  • •Portugués: Se cubre la mitad inferior de un trozo de pan de chapata integral con láminas de queso brie y se pone al grill hasta que funda el queso. Se cubre con rodajas de tomate fresco, tiras de bacalao en semiconserva y 2 anchoas en aceite de oliva. Se sazona con un poco del aceite de las anchoas y pimentón dulce.
  • •Normando: Se asan a la plancha rodajas de cebolla, de setas, de calabacín, de berenjena y espárragos trigueros. Sobre la mitad inferior de un trozo de pan de baguette, se extiende una capa fina de salsa de tomate. Se cubre ésta con láminas finas de queso azul y de camembert y se pone bajo el grill para que fundan los quesos. Se cubre con las verduras, por capas. Se vuelve a meter al horno, para que esté muy caliente.
  • •Catalán: Se untan las dos mitades de un trozo de pan de baguette integral con tomate fresco y se aliña con un hilo de aceite de oliva virgen. Se cubre con una tortilla francesa y láminas de jamón ibérico muy fino. Se calienta un momento al horno.
  • •Montañero: Se cuecen chorizos (de los frescos) en la olla a presión (1 hora) para que suelten la grasa. Se introduce el chorizo en un trozo de pan de baguette integral, se calienta el pan al horno un momento… y ya está. (El truco es que el chorizo esté muy, muy blando y el pan caliente).
  • •Ruso: Se cubre una rebanada de pan integral con una capa fina de ensalada de gambas y/o surimi con salsa rosa (la salsa se hace con mahonesa, un poco de ketchup, sal, pimienta y unas gotas de coñac), otra de lechuga picada con huevo picado y otra de ensalada de gambas o surimi. Se cubre con otra rebanada de pan.
  • •Insuperable: Se rellena un trozo de pan de baguette integral con un filete de lomo de merluza rebozado (sin piel ni espinas), 2 anchoas en salazón y un pimiento verde frito (de los largos), abierto y sin pepitas. ¡Es toda una experiencia gastronómica!.
  • •Ideal para niños: Se abre un pan de chapata pequeño y se cubre la mitad inferior con 2 rodajas de tomate rebozado (pasadas por harina y huevo batido, fritas), jamón de york picado y 2 sabanitas de queso. Se pone al grill para que funda el queso, se cubre con la otra mitad del pan y se sirve caliente.
  • •Escocés: Se cubren dos rebanadas de pan integral de molde con salsa de yogur con pepinillos picados. Se rellena con láminas de salmón, lechuga picada y huevo picado. 

Marisol Guisasola

Para cualquier padre es importante que su hijo coma bien. Pero hay hijos, e incluso épocas, en las que comen menos. Por ejemplo, durante el período navideño, el niño puede estar más inapetente o sólo querer dulces. También en verano, el apetito del niño o la niña puede verse reducido debido al calor.

Aquí te daremos unas ideas y consejos para que tu hijo coma bien y la hora de la comida no sea un suplicio. Cuando un niño no come bien, lo primero que tenemos que hacer es intentar identificar la causa. El descenso del apetito puede suceder por varias causas, a veces es un intento de llamar la atención o en otras ocasiones puede estar enfermo.

Causas para que un niño coma mal

Es posible que el niño haya disminuido sus necesidades energéticas. Por ejemplo, a partir de los 12 meses y hasta los 5 años, el ritmo de crecimiento disminuye y sus necesidades también. En muchos casos, adaptar nuestras expectativas a la realidad es la mejor solución. Puede tratarse de una manera de llamar la atención.

Ya sabemos que un cambio de colegio o celos con un nuevo hermanito les trastoca. Es muy común que el niño se de cuenta de que “comer mal” es muy eficiente para captar atención paterna. Por último, el niño puede estar padeciendo algún tipo de patología sin que los padres lo sepan.

Cantidad de comida para el niño

Muchas veces tendemos a prepararle más cantidad de la que realmente necesita para su edad y peso. Esto hace que en la siguiente comida no tenga mucha hambre. Por ejemplo, si merendó mucho, luego no quiere cenar. Para controlar bien las cantidades, el primer paso es tener un horario estructurado, preferiblemente con cinco ingestas.

Controla el picoteo entre horas, sobre todo durante fiestas navideñas o períodos vacacionales, en los que es más fácil tener a mano snacks y dulces, y ajusta durante varios días las cantidades hasta que el niño se acabe todo sin problemas. Si tienes dudas sobre la cantidad, pregunta al pediatra para que te oriente.

Rutinas en la comida de los niños

Es importante que le ayudes a diferenciar la hora de la comida de otras actividades. Por ejemplo, evita que coma con la tele o jugando, pues se despistará, tardará mucho en comer, y acabará sin hambre.

La hora de la comida debe ser en un entorno agradable y tranquilo. Sobre todo no le castigues con comer fruta y verdura, pues puede acabar odiándolas.

Durante la Navidad, en muchas casas, los niños comen antes o en una mesa aparte para que los mayores puedan disfrutar de la comida. Sin embargo, un truco para niños que comen mal es sentarle en la mesa con los adultos y pueda disfrutar de la comida con la familia, animándole con lo bien que lo está haciendo.

Aprender a comer

A comer se aprende, con lo cual es normal que al principio haya alimentos que rechace. Al nacer tenemos mayor apetencia por los sabores dulces, por eso gustan mucho las chuches, chocolate…, etc. Ayúdale a descubrir, con paciencia, nuevos gustos y sabores.

Por último, fomenta que haga más ejercicio y que esté activo, ya que aumenta el apetito.

Leticia Dekock, Nutricionista

Cuando una madre o padre escucha hablar por primera vez de la enuresis, surgen todo tipo de dudas acerca de este problema. Esta es una lista de 10 cuestiones frecuentes, a modo de aproximación al tema.

Conociendo las preguntas más frecuentes podremos detectar si nuestro hijo sufre enuresis infantil, sus causas y cómo ayudarle. 

Las dudas más fecuentes sobre la enuresis

1. ¿La enuresis es una enfermedad?

No. La enuresis es el síntoma de que ocurre un problema: que el niño no controla su esfínter, ya se deba a un fallo en su proceso madurativo -es decir, que no ha aprendido a hacerlo-, a alguna causa emocional o a alguna dolencia médica.

2. ¿Por qué ocurre?

En el caso del aprendizaje se trata de una carencia en la madurez del niño que se puede corregir con voluntad y esfuerzo, llevando a cabo ejercicios o “juegos” a través de los que pueda ir tomando el control sobre esa parte de sí que no logró dominar al crecer.

En el ámbito emocional la causa de la enuresis suele tener que ver con algún cambio importante en la vida del niño (la llegada de un hermanito, el divorcio de los papás…) o, en general, una situación que le produzca estrés y se dé continuadamente, como algún problema en el colegio, con los amigos, etc. Las causas médicas pueden ser muy variadas, yendo desde una carencia hormonal o infección, hasta algún problema en el funcionamiento de los órganos del niño.

3. ¿Cómo sé si mi hijo padece enuresis?

Se suele considerar que existe enuresis primaria si después de los tres años un niño aún sigue orinándose en la cama, aunque la barrera definitiva para afirmar con seguridad que hay un problema de enuresis son los cinco años. Hasta esa edad suele ser normal que el niño aún moje la cama, pues el proceso de maduración en cada caso es distinto y puede variar mucho.

4. ¿Tiene solución?

Sí. La mayoría de los niños que mojan la cama llegan a poder dejar de hacerlo, más si se trata de una enuresis basada en un mal aprendizaje. Pero en todos los casos, cuanto antes comience a tratarse, más posibilidades habrá de llevar antes el problema a buen término.

5. ¿Cómo se trata?

En el caso de trastornos médicos y emocionales, con ayuda del especialista que corresponda en cada caso; será él quien determine el tratamiento a seguir. En el caso de fallo en el proceso de aprendizaje –por otra parte la causa más frecuente de la enuresis- se puede solucionar con ejercicios, juegos y rutinas que podemos llevar a cabo en casa.

6. ¿Qué sucede si no se trata?

La enuresis en la mayoría de los casos es cuestión de aprendizaje, pero no es algo que se solucione por sí mismo. Es decir, que no funciona la fórmula “es pequeño, ya se le pasará con el tiempo”.

Por causas médicas o emocionales la enuresis es algo que se debe solucionar con ayuda de un especialista médico, y si la raíz del problema está en el aprendizaje, trabajarlo con ejercicios, tratando de lograr que el niño sea consciente de su responsabilidad en la resolución del problema. No tratar la enuresis puede llevar a que el problema se prolongue y crezca, causando en el niño baja autoestima, dificultad para sociabilizarse, ansiedad, insomnio…

7. ¿Qué hago si creo que mi hijo puede padecer enuresis?

Lo primero, se sospeche de la causa que se sospeche, es buscar asesoramiento médico: un profesional nos ayudará a confirmar si existe o no un problema de enuresis, descartar las causas biológicas y señalarnos los siguientes pasos a seguir.

8. ¿La enuresis es hereditaria?

Por ahora, no hay ningún gen conocido que se pueda asociar al trastorno, aunque se sabe que un 60% de niños que padecen enuresis suelen tener un hermano o progenitor que también haya tenido el problema, por lo que podemos hablar de cierta tendencia familiar.

9. A parte de tratamiento y ejercicios, ¿qué más se puede hacer?

La segunda parte del problema de la enuresis es la autoestima del niño, que al verse dañada puede contribuir a empeorar su dolencia, entrándose en un círculo vicioso. Poner en práctica otras rutinas para potenciar su autoestima, aunque no se trate de una ayuda directa, puede contribuir mucho a solucionar el problema. Por supuesto, los padres también deberán armarse de paciencia y dar todo su cariño.

10. ¿Qué no deben hacer los padres?

Hay prácticas que son desaconsejables, en contra de lo que pueda parecer sentido común, como restringirle los líquidos al niño al final del día (impide que la vejiga se acostumbre a soportar niveles normales de orina durante varias horas) o recordarle cada cinco minutos que vaya al baño si siente ganas.

En cuanto al trato, tampoco son buenos los extremos: ni sobreproteger, porque el niño se despreocupará del problema y no se responsabilizará sobre él, ni tampoco hacer reproches, compararle con otros niños o hermanos, castigarle y, por supuesto, descalificarle o humillarle. Todo esto sólo logrará el efecto contrario al que deseamos

Durante las etapas de Primaria y Secundaria, los escolares deben poner las bases para ir construyendo el aprendizaje de los contenidos del currículo. Profesores y padres deben asegurarse de que esos cimientos queden bien asentados para que ese aprendizaje sea significativo, reflexivo, crítico y sin problemas.

El papel que jugamos los padres en la enseñanza de nuestros hijos es esencial. En las primeras etapas educativas, el objetivo fundamental de los padres debe ser detectar, prevenir y corregir cualquier dificultad que se pueda presentar en la adquisición de los aprendizajes básicos y afrontarla con la mayor rapidez y eficacia para que no interfiera, o lo haga en el menor grado posible, en el rendimiento académico.

Cómo crear el hábito de estudio en los niños

Los padres tienen mucho que hacer en el estudio de sus hijos: controlar el tiempo dedicado al mismo en el inicio en la escuela, hasta que se cree el hábito y sean autónomos en el aprendizaje y aplicar medidas dirigidas más al esfuerzo que realizan sus hijos que al rendimiento en sí.

Además, hemos de ser conscientes de que la orientación para su vida profesional debe empezar tempranamente, no con una finalidad concreta por tal carrera o profesión, sino dirigirla a sus ámbitos de interés, para aumentar la motivación y trazar unos objetivos generales, unas metas, y así dotar de sentido al hecho de estudiar y aprender.

Los padres debemos ser conscientes de que, aunque las maneras de aprender de los niños van evolucionando a medida que su desarrollo avanza, los buenos hábitos se adquieren desde el inicio de la escolaridad.

Uno de los errores más extendidos es dejar para cuando sean mayores el que dediquen cada día un tiempo al estudio o a los deberes, porque la creación de hábitos, igual que las prácticas de higiene, comer y dormir, deben ser instauradas lo más temprano posible. Resulta muy difícil esperar hasta el segundo ciclo de Primaria para ponerse a hacer tareas y deberes escolares cuando el hábito es estar toda la tarde viendo televisión o jugando a la videoconsola. Por eso, desde pequeños tienen que reservar un espacio a su “trabajo”. Al principio pueden dedicarlo a dibujar, recortar, modelar, ver un cuento… Lo importante es que ese tiempo esté organizado y tenga una duración determinada: primero será corto e irá aumentando con la edad.

Estrategias de aprendizaje en la infancia

Por un lado, hay que dotar y entrenar a nuestros estudiantes en estrategias de aprendizaje adecuadas que incorporen la planificación del tiempo de su vida escolar, familiar y social.

1. Organizarse. Conviene acostumbrar a los niños desde muy pequeños en el uso de las agendas, a la planificación del tiempo y a saber que de las 24 horas del día, descontando el tiempo dedicado a necesidades básicas, como dormir, comer, estancia en el centro escolar y trayectos, les van a quedar muy pocas horas para poder dedicarlas a las tareas escolares. Lo primero que debemos hacer es, por tanto, ayudar a nuestros hijos a llevar un registro y análisis de sus actividades diarias, siguiendo estas pautas:

– Programar las actividades, tanto las diarias como las semanales. 
– Dividir claramente el estudio de la diversión. 
– Aprovechar los ratos libres. 
– Elegir bien las actividades extraescolares y sus horarios. No utilizarlas como premio y castigo de las notas
– No dejar para más adelante el comienzo del estudio. 
– No olvidar la fecha límite para estudiar. 
– Perdonarse los incumplimientos de horarios de estudio, pero incorporarlos y ajustar de nuevo la planificación.

 El lugar de estudio debe ser un lugar para trabajar. En la actualidad, los niños disfrutan de auténticos “apartamentos” dotados de toda clase de comodidades en sus habitaciones: TV, videoconsola, cadena musical, ordenador, mesas y sillas ergonómicas…, pero son tantas las distracciones, que lo último que apetece es coger el libro de estudio y abrirlo. Por ello, es preciso delimitar un espacio, libre de distracciones, para el trabajo y dejar hasta la Secundaria el estudio fuera de casa, en bibliotecas o en casas de amigos, ya que estas prácticas exigen mayor responsabilidad del alumno.

 Memorizar ¿Hay que estudiar repitiendo y repitiendo lo leído? Obviamente, no. Hay que hacer uso de las técnicas de subrayado, realización de esquemas y mapas conceptuales para elaborar y codificar de la mejor manera posible la información extraída. Si los alumnos no practican estas estrategias de codificación de la información de manera correcta, tendrán dificultades para su utilización en etapas superiores. Además, enseñar técnicas de memoria, reglas mnemotécnicas, puede resultar muy útil para los alumnos.

La repetición, las imágenes mentales, las palabras-gancho, los listados, acrósticos y demás, han gozado de gran predicamento en tiempos cercanos. Hoy en día las estrategias se inclinan más por la comprensión y la elaboración del material a retener, aunque sin duda las reglas y los trucos de “siempre” son muy eficaces a la hora de retener datos, listas y demás bases de contenido para el estudio.

 Repasar y revistar es fundamental. La falta de tiempo, dejar el estudio para el último día, el pensar que ya ha hecho su lectura, el esquema, etc., conduce a que el día del examen el alumno se quede con la mente en blanco: el tema, el dato, le resuena en la memoria pero no acaba de evocarlo y mucho menos de expresar satisfactoriamente su contenido. La revisión tiene como objetivo la elaboración de materiales que faciliten en lo posible el proceso de memorización y recuerdo: fichas de síntesis, tablas terminológicas, fichas de preguntas/problemas, etc.

 Falta de concentración y distracciones. A veces el problema no es el lugar de estudio apropiado, ni el horario, ni las técnicas instrumentales, sino algo tan frecuente como son las distracciones. “Leo y no me entero, tardo en ponerme a estudiar y cuando me pongo, me levanto con cualquier pretexto, me distrae el vuelo de una mosca…”: son los comentarios más frecuentes que hacen los alumnos ante la pregunta de cómo estudian y si les cunde. La falta de concentración es constante. Es necesario conocer el temperamento de nuestro hijo para poder modificar estas dificultades atencionales.

6· Interés y motivación. Los cambios hormonales, la presión del grupo (no está de moda estudiar mucho, ser un empollón) y la exigencia creciente del medio familiar y escolar ante su fututo profesional hacen que para algunos chavales estudiar resulte muy difícil o casi imposible. En muchas ocasiones, existe una completa falta de motivación para todo aquello que tenga algo que ver con lo escolar, una situación que es objeto de ansiedad constante para muchos padres y profesores.

El fenómeno es cada vez más frecuente y más intenso. En situaciones así, conviene dejarles muy claro que se estudia para uno mismo y que es un derecho de todo ciudadano pero también un deber para con la sociedad. Pero además, padres y profesores deben buscar la forma de motivarlos, recurriendo a lo que les gusta o emociona, por ejemplo, sus aficiones, e introduciendo el deseo de saber y aprender más.

También, y de manera clara y explícita, el adolescente debe encontrar consecuencias inmediatas a su falta de responsabilidad. No se puede suspender y pretender ir a esquiar en la Semana Blanca, salir todos los fines de semana o comprarse todos los caprichos, o dejar de estudiar y quedarse en casa sin hacer nada.

María Peñafiel. Psicóloga

¿Quién ha enseñado a estudiar a nuestro hijo? En la escuela se enseña a leer a los niños, a escribir, matemáticas, historia, etc., pero ¿quién le ha explicado cómo afrontar toda esa información, cómo hacerla suya, cómo asimilarla e integrarla en su conocimiento para poder hacer una correcta exposición en un examen o utilizarla en su vida cotidiana?

Podemos decir que, por falta de conocimiento, cada estudiante “hace lo que puede”. Los menos, ya sea por intuición o una correcta orientación, consiguen encontrar una manera adecuada de estudiar: aquella que les permite conseguir sus metas. Sin embargo, la mayoría de ellos se sienten perdidos, desorientados, sin saber qué hacer.

Esto puede dar lugar a diversidad de situaciones:

– estudiantes que cada vez dedican más tiempo al estudio pero que no ven reflejado su esfuerzo en los resultados
– estudiantes que se sienten desmotivados hacia el estudio
– estudiantes que presentan problemas de concentración
– aparición de ansiedad ante el estudio
– bloqueos en los exámenes
– alumnos que abandonan porque se sienten indefensos ante las dificultades.

En estos casos, nos encontramos ante ciclos negativos del estudio.

Buenas técnicas de estudio para los niños

Tradicionalmente se ha pensado que el estudio depende exclusivamente del cociente intelectual de la persona y del número de horas dedicadas al mismo, independientemente de la metodología. Sin embargo, esto no siempre se corresponde con la realidad: habitualmente nos encontramos con alumnos con un historial brillante y que no parecen estudiar mucho; otros, en cambio, dedican muchas horas y no obtienen los mismos resultados; también hay estudiantes con un cociente intelectual alto pero con bajos resultados y vicerversa.

Aquí tienes unos consejos para conseguir que tu hijo tenga una buena técnica de estudio:

  • Antes de nada es importante tener un lugar donde estudiar con un ambiente adecuado de luz, temperatura y silencio. 
  • Comenzar desde la Educación Primaria la disciplina del estudio, que los niños se acostumbren a hacer deberes y a dedicar un tiempo al día a las tareas escolares, para que lleguen a Secundaria con este hábito ya adquirido.
  • Hacer que el niño tenga una rutina todas las tardes: merendar, jugar y a una hora en concreo, ponerse a estudiar sin discusión. Si hay una pauta de estudio, conseguiréis que no lleguen al día antes de un examen con la lección aun por aprender.
  • Trabajar con ellos hasta que adquieran el hábito de hacerlo solos, pero no se trata de hacerles los deberes, sino orientarles para que ellos den las respuestas correctas.
  • La pauta para hacer deberes es: primero estudiar la pregunta y repasar lo aprendido en clase y después responder a los ejercicios
  • A muchos niños les ayuda hacer un resumen de lo que ha leído en el libro de texto para poder comprender y memorizar mejor el contenido.
  • Subrayar el contenido importante de un texto les ayudará a fijar conocimientos.

Estudiantes con buena estrategia de aprendizaje

Si retrocedemos a nuestra época de estudiantes, es fácil que recordemos a algún compañero (o nosotros mismos) que, sin apenas estudiar, sacaba muy buenas notas. Esa aparente facilidad popularmente ha sido atribuida a la inteligencia: “…Es que es tan inteligente que sin hacer nada saca un sobresaliente”.

Sin embargo, esto no es realmente así. Lo que sucede es que este tipo de estudiantes tienen bien organizada la información en la cabeza porque realizan un correcto proceso de estudio. Son los alumnos estratégicos. El alumno estratégico, a diferencia del alumno que aprende por repetición, se conoce a sí mismo como aprendiz y planifica, regula y evalúa su propio proceso deaprendizaje, lo que le lleva tanto a aprender significativamente el contenido que estudia como a aprender a aprender.


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