Escuela de Padres

Archive for agosto 2nd, 2015

Nada como un chupete para calmar el llanto, los nervios, la ansiedad y la necesidad de succión del bebé. Y tiene la gran ventaja de que, a cierta edad, con más o menos colaboración, se puede retirar.

El chupete ayuda al bebé con un instinto de succión, le calma y le reconforta en los momentos previos al sueño y antes de las tomas. Debido a la facilidad con la que lo niños se encariñan de él, conviene tener dos o tres en uso, por si alguno se pierde. Recuerda que hay que cambiarlo cada dos meses, que antes del primer uso todos los chupetes deben ser esterilizados y que lo recomendable es ofrecérselo al bebé cuando esté instaurada la lactancia materna (segundo mes) y mantenerlo hasta el año. A partir de esa edad hay que ir retirándolo progresivamente, hasta que sólo lo use para dormir, e intentar que prescinda de él hacia los 2 años.

Por partes

El chupete está formado por un escudo o disco aireado (para evitar que la piel se irrite por la acción de la baba), por una tetina de látex o de silicona que puede ser plana (o anatómica simétrica) o bien ortodoncia (asimétrica, similar al pecho materno) y por un aro o anilla (los nocturnos no) sujeto a un botón central. Las partes han de estar perfectamente unidas las unas a las otras. Los chupetes deben cumplir la norma EN 1400:2013+A1 y estar libres de BPA (bisphenol A).

Belinda Santamaría


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