Escuela de Padres

Archive for agosto 6th, 2015

Ahora que tu bebé se mueve bien de un lado a otro, llega un nuevo reto: aprender a subir y bajar escaleras. Deja que lo intente, pero ayúdale; así mejoras su coordinación motora y previenes accidentes.

Tu peque es un bateador experimentado y quizá empiece a dominar ya el arte de caminar. Su mayor movilidad le permite explorar la casa y no quiere perderse ni un solo rincón, así que lo más lógico es que si se encuentra con unas escaleras, se anime a intentar subirlas. Adelántate a ese momento ayudándole a superar este reto y, al mismo tiempo, tomando las medidas de seguridad necesarias para evitar accidentes.

Pasito a pasito

El dominio de las escaleras es un aprendizaje lento que pasa por distintas etapas. Lo primero que hará tu hijo será subir gateando; con 13 ó 14 meses probablemente lo logre con bastante soltura. Bajar a gatas o sentado es algo que llegará algo más tarde debido a que en la bajada la percepción de caída aumenta y con ello el miedo y la inseguridad, lo que provoca también mayor torpeza. Por el momento, estos serán sus dos grandes logros en las escaleras. Habrá que esperar hasta los 2 años para que haga sus primeros intentos de subir y bajar de pie, agarrándose a la barandilla y colocando ambos pies en cada escalón. Y un poco más, hasta los 30 meses aproximadamente, para que deje de agarrarse y empiece a alternar los pies.

Juegos perfectos

Para afrontar los escalones tu hijo necesita dominar el movimiento de flexión de las piernas, algo que a esta edad aún le cuesta. Por eso, todas las actividades en las que tenga que flexional las rodillas y subir, bajar y rotar las piernas le ayudarán en este reto:

  • Pon en el sofá juguetes que le motiven a subir y bajar de él.
  • Pídele que se agache a recoger los juguetes del suelo.
  • Permítele practicar uno de sus juegos favoritos: subir y bajar un bordillo de la calle.
  • Déjale sentarse solo en la silla, subiendo de rodillas y girándose. Y recuerda que cualquier actividad de movimiento le servirá para mejorar el equilibrio y ganar confianza en sus habilidades y fortalecer los músculos.

Entrenar seguro

Para prevenir posibles accidentes mientras tu hijo practica este nuevo avance, ten presentes estos consejos:

  • Si la barandilla de la escalera es de barrotes y el cuerpo de tu pueblo cabe a través de ellos, coloca una malla protectora.
  • Cuando el niño ya comience a subir sin agarrarse, colócate siempre un escalón por detrás (y si está bajando, uno por delante). Así, si sufre un traspié y pierde el equilibrio, podrás detener la caída.
  • Mientras no domine muy bien esta habilidad, pon una barrera que implica que pueda acceder a las escaleras cuando nadie lo ve.

 

Esther García Schmah

Psicóloga y pedagoga


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