Escuela de Padres

Archive for agosto 15th, 2015

El período de 1 a 3 años es esencial para el desarrollo biológico, psicológico y social de tu hijo, ya que en él adquirirá las capacidades físicas y psicosociales necesarias para su futuro. Aplica estas claves y le ayudarás a lograrlo.

1.- Trátale siempre con cariño, sin olvidar que los límites también son necesarios para convertirle en un adulto seguro de sí mismo. Razónale tus decisiones, especialmente las que se opongan a sus caprichos injustificados.

2.- Cuando te dirijas a él, habla mirándole a la cara, despacio y claro, como si te entendiera (aunque piensen que todavía es demasiado pequeño para hacerlo).

3.- Juega y pasea con él yendo a su ritmo, no al de los adultos: así irá adquiriendo conocimiento de la realidad. Elige juguetes sencillos (palos, ruedas, cubos, esferas, papel y lápiz…) para que pueda captar sus características materiales mediante la vista, el tacto y el oído, y evita los complicados y aquellos cuya composición y funcionamiento no pueda entender y promuevan una inhibición intelectual frente a la realidad. Además, es esencial evitar que permanezca de forma prolongada ante la televisión.

4.- Empieza a enseñarle desde muy pronto hábitos saludables como la importancia de lavarse las manos antes y después de las comidas, de la limpieza dental… Recuerda que la mejor enseñanza es un buen ejemplo.

5.- Introduce progresivamente alimentos tipo adulto, primero modificando su textura para que sean semilíquidos o blandos (en sopas, purés, machacados con tenedor) y luego enseñándole paulatinamente a masticar. Ten presente que su dieta debe ser pobre en sal e incluir fruta fresca, verdura o ensalada, legumbres, cereales o pan, carne, pescado y huevo. Además, procura una ingesta diaria de al menos medio litro de leche o de derivados lácteos como el yogur, utiliza aceite de oliva como fuente de grasa y evita las golosinas, la bollería industrial y los sabores fuertes o picantes (especias, conservas y embutidos).

6.- Toma las medidas necesarias para prevenir accidentes e intoxicaciones en el hogar. No le dejes solo en lugares como la bañera, la cocina o la piscina; protege enchufes y conexiones eléctricas, evita que se acerque a fogones y electrodomésticos a altas temperaturas; mantén medicamentos y productos de limpieza debidamente cerrados y almacenados y enséñale a subir y bajar escaleras.

7.- Cuando caminéis por la calle, vigílale y retenlo si hay tráfico. Si va en el coche, sitúale en el asiento trasero bien sujeto en una silla de seguridad homologada.

8.- Promueve su socialización. Llevarle a la guardería es buena idea porque allí se enriquecerá su lenguaje, se diversificará su conducta, se reforzarán las experiencias del hogar, adquirirá hábitos saludables, mejorará su condición física, corregirá malos hábitos… Además, será más fácil detectar precozmente deficiencias físicas y psíquicas.

9.- Llévale al pediatra periódicamente para los controles necesarios de salud (peso, talla, perímetro craneal, tensión arterial, detección de defectos ortopédicos, visuales y auditivos) y promoción de la salud bucodental (prevención de las caries y de defectos dentales).

10.- No olvides vacunarle. Entre los 12 meses y los 3 años se inicia y completa la vacunación sistemática contra el sarampión, rubeola y parotiditis (triple lírica, SRP) y se recomiendan las dos dosis de vacuna contra la varicela. Se administrarán también las dosis de recuerdo de las vacunas sistemáticas de la difteria, tétanos y tosferina (DTPa), del «Haemophilus influenza» (Hib), de la poliomielitis (VPI), del meningococo C (Men C) y del neumococo (VNC). Y se pone la dosis de recuerdo de la vacuna recomendada contra el meningococo B (Men B).

Prof. Juan Brines Solanes, Catedrático de Pediatría. Universitat de Valencia


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