Archive for septiembre 1st, 2016
Muchos niños acusan la vuelta al cole tras un simple fin de semana. También les suele ocurrir tras haber pasado unos días enfermos (con el incremento de mimitos que suele conllevar el estar malo). Y, por supuesto, cuando más lo notan es después de las vacaciones, es algo normal a estas edades.
¿Cómo ayudarles a volver al cole tras las vacaciones?
- Si dos o tres días antes de volver a clase hemos ido recuperando la rutina diaria (los horarios de sueño y comidas, etc.), el cambio no será tan brusco y el periodo de adaptación se le hará más llevadero.
- Los primeros días de colegio, no pasa nada si el niño lleva nuevamente a clase su objeto de consuelo (su mantita, su osito ). Le dará seguridad y le consolará si se siente tristón.
- No debemos preocuparnos si, además de los lloros, regresa algún trastorno ya superado: dificultad para conciliar el sueño, menos apetito, más irritabilidad… Es algo pasajero.
- Al dejarle en el aula, la despedida debe ser corta y sin ningún tipo de engaño ni mentira piadosa: «no llores, cariño, que voy a comprar el pan y vuelvo en cinco segundos».
- Hay que despedirse siempre y con tranquilidad (no salir corriendo al verle distraído) y transmitirle la sensación de que no pasa nada.
- Cuando el niño vuelve a casa, sobre todo los primeros días, conviene que le demos una ración extra de atenciones y juegos. Así se dará cuenta de que perder, no ha perdido nada y, sin embargo, ha ganado todo lo que de divertido tiene la escuela.
- Es normal que al niño le cueste un poco volver a la rutina escolar, pero si tarda mucho en adaptarse o su actitud empeora hay que hablar con su educador para analizar qué está pasando y buscar soluciones.
Alicia Herranz, pedagoga