¿Qué relación debo mantener con el centro escolar?
Posted 23 noviembre, 2016
on:Algunos padres y madres de chicos víctimas se enfadan profundamente con el centro escolar al entender que no se está prestando suficiente atención a su hijo y que, debido a esto, han sucedido las agresiones. Es evidente que entendemos que, en situaciones de maltrato, la organización, supervisión y cuidado de los alumnos en el centro escolar son muy importantes; si bien a pesar de ello, a veces, las relaciones ocultas entre los alumnos pueden pasar desapercibidas a los ojos de los profesores. Por ello debemos confiar en la escuela y asumir que va a ser nuestra aliada en la mejora de la calidad de vida de nuestro hijo o hija, en el caso de ser víctima de malos tratos por parte de sus compañeros.
Por el contrario, si nuestro hijo está agrediendo a otros compañeros, lo importante será que cese en dicha actitud, que modifique los comportamientos y que comunique aquello que le está haciendo comportarse así. En ocasiones algunos padres o madres en esta situación entienden que la mejor forma de ayudar a sus hijos es mostrándose hostil hacia la persona que le comunica los hechos (profesor tutor, director, orientador,…) y rehúsan aceptar la implicación de su hijo. Es importante, pues, que entendamos que, una vez averiguado el grado de implicación de nuestro hijo en el proceso de maltrato, éste deberá asumir su responsabilidad y que lo peor que le puede ocurrir es no asumir su culpa y sentir permisividad ante los actos violentos, entendiendo así que el ejercicio del poder mediante la fuerza y el daño ajeno vale la pena, y que, por lo tanto, se puede uno salir con la suya y obtener una recompensa social, al demostrar que se es el más fuerte. Si permitimos que nuestro hijo deduzca esta mala enseñanza, le habremos preparado para repetir en el futuro su comportamiento abusivo sobre otras personas en cualquier contexto (escuela, familia, calle, trabajo, pareja,…), pudiendo causarle graves problemas a él y a cualquier persona con la que se relacione.
En ambos casos (alumno-víctima o alumno-agresor) la escuela ha de trabajar conjuntamente con los padres para abordar el conflicto suscitado, buscando respuestas adecuadas que ayuden a restablecer unas relaciones satisfactorias. Por eso te proponemos que:
- Acudas a la escuela en cuanto tengas indicios, o simplemente sospechas, de que tu hijo está cometiendo actuaciones de maltrato o que está participando conjuntamente en agresiones a otros compañeros.
- Intenta hablar con tu hijo e indaga sobre los indicios que observas. Explícale que vas a acudir al centro escolar y que tu intención es buscar una colaboración con la escuela para intervenir en el cese del maltrato.
- Ponte en contacto con el tutor o, en su caso, con la jefatura de estudios, la dirección o el departamento de orientación del centro e infórmales de tus inquietudes.
- Confía en que la escuela abordará el problema, tanto de manera individual como con el grupo clase que lo está presenciando.
- Solicita ser informado de los pasos que se están dando y, a su vez, informa de cualquier mejora en la conducta, así como de posibles nuevas agresiones.
- Mantén reuniones periódicas con el colegio para acordar actuaciones conjuntas y revisarlas.
- En caso de que tu hijo sea víctima, si observas que aumenta su miedo, o que se produce un rebrote de las agresiones o que éstas no cesan a pesar de la intervención escolar, comunícalo al centro y, dependiendo del nivel de riesgo, indícales tu intención de denunciarlo en otras instancias.
- Si tu contacto con la escuela no ha sido todo lo satisfactorio que esperabas, házselo saber y exige que se aborde el problema con toda prontitud. En caso de no considerar adecuada la intervención escolar, ponte en contacto con la Asociación de Madres y Padres (AMPA) o con el Servicio de Inspección educativa y solicita ayuda.
- Si existe un alto riesgo para tu hijo o la agresión ha sido muy grave, dirígete a PROTEGELES o denúncialo directamente a la policía.
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