Escuela de Padres

Archive for octubre 27th, 2013

En primer lugar esa es una creencia errónea. Su hijo come si tiene hambre, con o sin televisión. Lo que puede ocurrir es que se haya habituado a comer viendo la TV y asocie estas dos actividades. Sin embargo, el hábito de comer viendo la televisión parece tener algunos inconvenientes que debe valorar:

– En niños que son lentos comiendo, la distracción prolonga mucho más este momento y también pueden perder apetito cuando están ensimismados con ella.

– En otros casos, no se controla la cantidad de comida que se toma, comiendo incluso más de lo que se necesita, con lo cual se favorece la obesidad a largo plazo.

– En cualquiera de los casos, comer viendo la televisión es la mejor manera de que no haya comunicación. La comida es un momento privilegiado para hablar con el niño y para favorecer la comunicación en la familia. Si encendemos la tele, esto no será posible.
Con esta información valore si quiere suprimir la televisión en la comida. Si es así, les aconsejamos:

– Se trata de cambiar un hábito familiar, no sólo del niño. Probablemente toda la familia tenga esa costumbre. Si no cambiamos el hábito en casa, será difícil exigírselo solo al niño.

– Establezca un ritual previo al momento de la comida, de manera que se predisponga al niño para comer. Este ritual consiste en preparar la mesa y hacer una transición entre la comida y la actividad anterior.

– Convierta la comida en un momento agradable. Si es así no echará de menos la televisión. No discuta con el niño sobre lo que come. Hable con él, aproveche para comentar la jornada.

– Ofrézcale al niño pequeñas cantidades de comida y solo si quiere más puede servirle más cantidad. – No le obligue a comer más. Cuando no quiera más cantidad, no haga un drama, no discuta, ni le grite, ni haga comentarios despectivos; se le retira el plato sin más.

– Limite el tiempo. Aunque hay que comer despacio, la comida no puede ser eterna. Media hora parece más que suficiente. Si no quiere comer más es que no tiene hambre.

– Para evitar que el niño llegue sin apetito a la comida o se sacie rápidamente, evite que tome nada antes de la misma y no le dé refrescos o zumos durante la comida.


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