Escuela de Padres

Archive for junio 10th, 2013

Segundo hábito: la escuela y los deberes, para adquirir la costumbre y motivación por trabajar.

A partir de primaria, hay que hacer los deberes en casa. La finalidad principal de los deberes en esta etapa es que se acostumbre a trabajar en soledad. Es muy importante adquirir este hábito puesto que a partir de los 11 años la materia que se estudia es más compleja y requiere de un análisis y trabajo diario para poder seguir avanzando en los conocimientos. Si es regular en sus deberes y, sobre todo, los realiza con interés, más tarde no le costará tanto inhibir su impulso (disfrutar con una actividad ociosa) y sentirá la motivación necesaria para seguir estudiando, investigando y aprendiendo después del horario escolar.

Es muy necesario perderle el miedo a las notas. Debemos saber interpretarlas y analizar hasta que punto detrás de una nota baja se encuentra un profesorado exigente o la necesidad de revisar ciertos contenidos para seguir aprendiendo. Es fundamental que aprenda a “entender” sus notas, pues éstas le indican en qué aspectos debe seguir esforzándose. Es fundamental también que el interés del padre y la madre no esté centrado exclusivamente en las mismas y en los suspensos, porque entonces estamos transmitiéndole el mensaje que sólo nos interesa cuando “falla”.

La gran mayoría de los niños que presentan problemas escolares se ven afectados por alguna dificultad de tipo emocional relacionada con la familia o la propia escuela, no con su capacidad para aprender o su falta de voluntad.

Los más frecuentes suelen ser:

  • La sobrexigencia.
  • Los cambios que se hayan producido en la vida del niño/a últimamente.
  • La baja autoestima y expectativa de fracaso.
  • Problemas familiares graves.
  • Problemas de relación en la escuela.

El miedo, la culpa y la vergüenza, resultantes de este tipo de circunstancias, son sentimientos que bloquean la creatividad y el rendimiento.

A nadie le gusta parecer tonto o tonta, es algo que evitaremos por todos los medios en la vida. Si este complejo se crea, afectará a la autoestima de tal forma que puede funcionar como un obstáculo de peso para su desarrollo a nivel escolar y social.

El niño o la niña se bloquea al percibir que no puede controlar el resultado que se le exige, es preciso transmitirle con nuestra conducta y actitud que NO hay nada malo en él o ella, en su capacidad para aprender. Que no tenemos prisa, que puede aprender a su ritmo, no importan las notas, lo que importa es que comprenda y que redescubra el placer por aprender. Nosotros estaremos ahí para ayudarle.


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